Recuerdos fotologueros, 525 entre 525
Qué infortunio doblar esquinas con miedo a un abismo.
Las desventajas del ceremonioso palabrista enmudecen ante oídos alcahuetes.
Soliloquios estremecedores acunan los suspiros del atardecer;
agonizando espantosa angustia reclamo un raíl sin excesivas estaciones.
Y rememorar tildes oblicuas antes vistas con ojos infantes.
Bloquearse ante actos impúdicos que ahora ni siquiera existen.
Decirme nada, dormirme y no dejar de pensar.
Teniente astuto y cobarde, ten tu cigarro;
obsequia al mundo con tu sabiduría,
no digas nada...
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