sábado, 13 de marzo de 2010

A goncillo # 2


Abrázame hasta que me salten los ojos,
hasta que no sienta apenas nada,
salvo tu cuerpo en mi.
Pido y deseo, con pasión si me apuras,
un lengüetazo húmedo que no redunde,
para que se quede marcado en mi piel,
como el sello o la marca
que se cuela por mis poros en la infinidad.
O que tu cabello me ahogue,
me retuerce el cuello,
mientras una música suena
ajena a todo lo que conocemos.
Distráeme con el movimiento de la desvergüenza
y fíjate bien en que aparque la angustia.
La persiana bajada y tu sutil acercamiento
acaparan un dichoso momento
que para siempre quedará grabado en mi bello
que erizado, apunta hacia tu pubis,
requiriendo su dosis de lascivia.

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