
Abrázame hasta que me salten los ojos,
hasta que no sienta apenas nada,
salvo tu cuerpo en mi.
hasta que no sienta apenas nada,
salvo tu cuerpo en mi.
Pido y deseo, con pasión si me apuras,
un lengüetazo húmedo que no redunde,
para que se quede marcado en mi piel,
como el sello o la marca
que se cuela por mis poros en la infinidad.
un lengüetazo húmedo que no redunde,
para que se quede marcado en mi piel,
como el sello o la marca
que se cuela por mis poros en la infinidad.
O que tu cabello me ahogue,
me retuerce el cuello,
mientras una música suena
ajena a todo lo que conocemos.
me retuerce el cuello,
mientras una música suena
ajena a todo lo que conocemos.
Distráeme con el movimiento de la desvergüenza
y fíjate bien en que aparque la angustia.
y fíjate bien en que aparque la angustia.
La persiana bajada y tu sutil acercamiento
acaparan un dichoso momento
que para siempre quedará grabado en mi bello
que erizado, apunta hacia tu pubis,
requiriendo su dosis de lascivia.
acaparan un dichoso momento
que para siempre quedará grabado en mi bello
que erizado, apunta hacia tu pubis,
requiriendo su dosis de lascivia.
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